Se desconoce la causa
específica del cáncer de seno - sin embargo, ciertos factores pueden poner a
una persona en mayor riesgo de desarrollar la enfermedad, como la edad, el
origen étnico y el historial de salud personal, entre otros.
Otro factor importante
para considerar es también la composición genética y los antecedentes
familiares. La genética juega un papel dominante en la planificación del tratamiento
para el cáncer de seno. Cuando sea apropiado, el uso de evaluaciones de riesgos
y pruebas genéticas basadas en la familia puede proporcionar una comprensión
básica de la estructura y función de los genes y determinar la mejor opción
para el tratamiento.
Según Cleveland Clinic,
el riesgo de cáncer de seno se duplica para las mujeres que tienen un familiar
inmediato que ha tenido cáncer de seno: aproximadamente del 20 al 30 por ciento
de las mujeres diagnosticadas con cáncer de seno tienen un familiar que también
ha tenido cáncer de seno. Sin embargo, hasta el 80 por ciento de las mujeres
diagnosticadas con cáncer de seno no tienen antecedentes familiares, y se cree
que el cáncer ocurre debido a anormalidades genéticas que resultan del proceso
natural del envejecimiento. Alrededor del 5-10 por ciento de los cánceres de
seno están relacionados con mutaciones genéticas que una mujer hereda de su
madre o padre.
Los genes más comunes
asociados con el riesgo de cáncer de mama hereditario son los genes BRCA1 y
BRCA2. Se requiere un análisis de sangre para determinar si un paciente porta
alguno de estos genes, con resultados típicamente disponibles en unas pocas semanas.
“Durante una visita de
asesoramiento genético en Cleveland Clinic, un consejero obtendrá un historial
médico personal y un historial médico familiar detallado. Eso determinará si
las pruebas genéticas son apropiadas o no y qué cambios genéticos evaluar”,
dijo Cassan Blake, M.D., oncóloga especializada en cirugía de mama en Cleveland
Clinic Florida. "También ofrecemos pruebas predictivas para miembros de la
familia que pueden haber heredado una mutación genética específica".
Para la mayoría de las
personas, el cáncer de seno es una enfermedad que afecta a las mujeres, pero
los hombres también pueden desarrollar la enfermedad. Aunque el cáncer de seno
en los hombres es raro (menos del 1% de todos los casos nuevos de cáncer de
seno), los hombres pueden desarrollar los mismos tipos de cáncer de seno que
las mujeres debido a una pequeña cantidad de tejido mamario que tienen los
hombres. Los factores de riesgo para los hombres son similares a los de las
mujeres, pero también incluyen otros como afecciones testiculares, exposición
al estrógeno y síndrome de Klinefelter, una afección congénita que afecta a
aproximadamente 1 de cada 1,000 hombres.
El riesgo de cáncer de
seno en los hombres aumenta con la edad, comúnmente diagnosticado entre las
edades de 50 y 70. Los cánceres relacionados con mutaciones genéticas a menudo
ocurren en personas menores de 60 años. Los síntomas del cáncer de seno en los
hombres son muy similares a los de las mujeres. Sin embargo, los tumores suelen
ser más pequeños, pero pueden estar más avanzados en el momento del diagnóstico
porque los hombres tienen muy poco tejido mamario, por lo que el tumor no tiene
mucho para crecer antes de invadir otros tejidos o los ganglios linfáticos.
Tanto para las mujeres
como para los hombres con antecedentes familiares fuertes de cáncer de seno, es
importante que se realicen autoexámenes mensuales y que un médico examine
inmediatamente cualquier cambio. Es importante compartir si hay antecedentes
familiares de cáncer de seno y discutir si ese historial podría justificar
cambios en la atención.
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