Marzo 2018 -
Ante la alta incidencia de insuficiencia renal es necesario promover el
trasplante de donante vivo, el cual ofrece una mayor probabilidad de calidad de
vida, frente al de un donante fallecido, señaló el doctor Diego C. Reino de
Cleveland Clinic Florida.
Cifras del Instituto
Nacional de Coordinación de Trasplantes (Incort), reportan que en la República
Dominicana se han realizado un total de 1,008 trasplantes renales, desde el
inicio del programa en 1972, sumándose a estos datos el primer trasplante renal
pediátrico, realizado en febrero de este año.
Estas estadísticas son
desalentadoras, acorde al Registro Internacional de Órganos y Trasplantes
(IroDat), donde la República Dominicana ocupa el lugar número 60 de 195 países
en donación y trasplante de órganos.
El doctor Diego C. Reino,
cirujano de trasplante y hepatobiliar de Cleveland Clinic Florida, destaca la
importancia de fomentar el trasplante de donante vivo. “En el gremio médico
existe unanimidad en que la mejor supervivencia de injertos y trasplantes es
cuando el riñón procede de un donante vivo. Las razones son múltiples, entre
ellas, el hecho de programar una intervención quirúrgica en la que tanto
donante como receptor lleguen en una situación óptima y, además, garantizar una
alta calidad de los riñones trasplantados para beneficiar a receptores de menor
edad”.
La donación en vivo se
divide en dos tipos, la donación directa, que es donde el donante y receptor
tienen algún vínculo afectivo y la donación indirecta, donde no existe vínculo
afectivo entre el donante y el receptor, por ejemplo, cuando hay un intercambio
de donantes o trasplante cruzado, es decir, que uno de los donantes da su riñón
para ser usado en otro enfermo distinto a su familiar, porque no hubo
compatibilidad con el receptor original. También se refiere a los donantes altruistas,
quienes ceden uno de sus riñones a la sociedad sin conocer a la persona a la
que le será implantado.
El especialista indicó que
las causas principales que derivan en algún daño permanente en el riñón en
adultos son la diabetes y la hipertensión arterial, ambos padecimientos
asociados a la mala alimentación, sobrepeso y obesidad, mientras que en los
niños son defectos de nacimiento, malformaciones congénitas y otros
padecimientos hereditarios.
El doctor Reino destacó
que la diálisis no puede curar las enfermedades del riñón. “Si tienes una
enfermedad del riñón muy seria, necesitarás estar en diálisis por el resto de
tu vida. Si quieres, y tu médico cree que eres un buen candidato, puedes
decidir hacerte un trasplante de riñón”.
Cuando los riñones
fallan, los desechos dañinos y el exceso de líquido se acumulan en el cuerpo
ocasionando graves alteraciones en el organismo, la presión arterial puede
elevarse, el cuerpo retiene exceso de líquido y no produce suficientes glóbulos
rojos.
Donar un riñón no afecta
la esperanza de vida del donante y no aumenta el riesgo de problemas renales en
el futuro, indica el doctor Reino. El regalo de un riñón puede mejorar
significativamente la salud y el estilo de vida de la persona que lo recibe y
puede ser una experiencia muy gratificante para el donante.
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