Rafael
Devers se vio inconsistente en la defensa al cometer 14 errores en 149
oportunidades.
En
su primer turno al bate del martes, con la cuenta en 0-2, el dominicano Rafael
Devers no se hubiese equivocado si hubiera anticipado un pitcheo diseñado para
tentarlo a salirse de la zona de strike.
Pero
a sus 21 años de edad, Devers se está preparando con el fin de estar listo para
lo que sea - siempre y cuando el envío esté dentro de la zona.
Por
lo tanto, cuando vio un slider por el medio del plato, el prometedor cañonero
lo sacó del parque por el bosque central-izquierdo. Fue su segundo jonrón de la
primavera, con el cual ayudó a los Medias Rojas a vencer por 9-1 a los Rays.
“Eso
es lo que lo hace tan especial”, dijo acerca de Devers el manager de los Medias
Rojas, el boricua Alex Cora. “Se le va una recta, le hace swing en blanco a un
cambio y luego ve un slider y lo manda a banda contraria. Es increíble. Le
decimos constantemente, ‘Mantente en la zona’ porque entre más pequeña se le
haga la zona, mejor va a ser. Vamos a seguir recalcándole eso. Es un muchacho
especial”.
Devers,
quien está por comenzar su primera temporada completa como tercera base titular
de los Medias Rojas, podría estar a punto de hacer cosas llamativas con su
poderoso bate
“Básicamente,
es cuestión de encontrar mi pitcheo, como siempre he dicho, esperar por el
pitcheo al que le pueda dar, ser agresivo y a la vez controlado y aprovechar
mis oportunidades”, dijo Devers. “Con una temporada en salud, creo en mí y creo
que puedo hacer muchas cosas buenas”.
Tras
ser convocado al equipo grande para la recta final de la temporada del 2017,
Devers bateó .284 con 10 jonrones en 222 turnos al bate para ayudar a los
Medias Rojas a capturar el título del Este de la Liga Americana. Si hubo algo
en su contra, fue que su defensa (14 errores en 149 oportunidades) se vio
inconsistente.
Pero
lo bueno opacó lo malo y, en la postemporada, Devers se creció, conectando un
bambinazo de tres carreras en el Juego 3 de la Serie Divisional de la Liga
Americana ante los Astros para ayudar a los Patirrojos a evitar una barrida. Y
en el Juego 4, con Boston abajo por dos carreras en el noveno inning, el
quisqueyano conectó un jonrón dentro del parque que le dio a su equipo una
esperanza temporaria.
Cora,
quien fue el coach de la banca de Houston para esa serie, le prestó atención a
Devers durante esos juegos apremiantes en el Fenway Park.
“Sabía
que no tenía miedo. Eso lo sabíamos desde el año pasado”, dijo Cora. “La banca
de [Houston] no lo dejaba tranquilo, le gritaba. Carlos Beltrán, bromeando y
para ponerlo a prueba, le decía cosas y [Devers] sonreía, iba a batear y
conectaba balazos. No tiene miedo. No se achica ante la atención”.
Cora
compartió con Devers por primera vez el día después de la Navidad, en la
República Dominicana.
“Tuve
una reunión con [el coach de la tercera base, el dominicano] Carlos [Febles] y
tuve una reunión con Raffy”, dijo Cora.
Ian
Browne | MLB.com
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