La
inteligencia artificial, con sus aplicaciones en robótica o vehículos autónomos,
y las tecnologías ómicas -genómica, proteómica o metabolómica- centrarán los
avances científicos de 2018, según las previsiones del Centro Tecnológico de
Cataluña (noreste de España) Eurecat.
Robots
inteligentes con mayor autonomía y nuevas habilidades, más objetos conectados
en empresas, domicilios y espacios públicos, y nuevos productos más eficientes,
ligeros, duraderos y adaptados a cada perfil genético, son algunas novedades
tecnológicas que serán realidad este año.
La
directora científica de Tecnologías Digitales de Eurecat, María Eugenia
Fuenmayor, auguró que este 2018 estará marcado desde el punto de vista
tecnológico por las posibilidades que han abierto los avances en inteligencia
artificial, el auge de la analítica de datos y el aumento de los objetos
conectados a Internet, así como por las nuevas capacidades de la robótica
colaborativa y la proyección de los vehículos autónomos.
"Veremos
robots más inteligentes, más rápidos, con más autonomía y, sobre todo, con
nuevas habilidades", en ámbitos diferentes al de la fabricación o el
doméstico, como la agricultura, la medicina, la seguridad o el transporte,
según Fuenmayor.
En
cuanto al coche autónomo y a los drones inteligentes, "este será el año en
que empezaremos a verlos recorrer calles y volar en espacios públicos, ya que
se han aprobado y actualizado normativas de uso que lo permitirán", apuntó
la investigadora.
En
el caso de las aplicaciones industriales, las factorías "aumentarán sus
capacidades con la robótica colaborativa, los drones irán diversificando sus
aplicaciones civiles y la inteligencia artificial cada vez será más accesible
en los dispositivos cotidianos" gracias al progresivo despliegue del
Internet de las Cosas", vaticinó el director científico de Tecnologías
Industriales de Eurecat, Ricard Jiménez.
Según
este investigador, algunos de los ejes que impulsarán las tecnologías en el
2018 serán "los productos energéticamente más eficientes, más ligeros, más
duraderos, más saludables, más inteligentes, más personalizados y más
fiables".
Según
Jiménez, la computación cuántica, las interfaces cerebro-ordenador, los robots
inteligentes e Internet de las Cosas están en "fase de expectación inicial
creciente", mientras que el 'deep learning', el 'machine learning', el
'blockchain' (cadena de bloques) y los vehículos autónomos se sitúan dentro del
"pico de máxima expectación".
Las
renovables y la eficiencia energética están "en ascenso" y materiales
como el grafeno empezarán a estar "domados" a escala industrial, a la
vez que "la computación permitirá saber un poco más sobre el cerebro
humano y cómo diagnosticar y tratar enfermedades mentales", pronostica
Jiménez.
En
el ámbito de la biotecnología, será cada vez más relevante la nutrición
personalizada, el desarrollo de alimentos pensados para la gente mayor y para
la mejora del desarrollo cognitivo, así como la investigación en torno del
trinomio microbiota, salud y alimentación.
En
este aspecto, el director científico de Eurecat, Lluís Arola, destaca que las
tecnologías ómicas "ya son una realidad para diseñar productos adaptados a
cada perfil genético y a segmentos de población como las personas con problemas
de obesidad o con intolerancias o las mujeres en periodo de lactancia y los
mayores de 65 años".
Según
Arola, los observatorios de tendencias tecnológicas pronostican que para el
2030 "será más que probable desarrollar productos de acuerdo con el
microbioma de cada persona o poder prescribir dietas basándose en cada perfil
de biomarcadores para evitar desarrollar algún tipo de enfermedad".
Según
el director científico de Eurecat, la globalización y los cambios de hábitos
sociales y alimentarios "provocarán un aumento en la demanda de alimentos
personalizados adaptados al perfil del consumidor y a sus necesidades, más
elaborados, más fáciles de consumir, con valores nutricionales definidos y un
mayor contenido de proteínas".
En
cuanto a nuevos materiales, el investigador del Eurecat José Manuel Prado, puso
como ejemplo para este año la elaboración de polvo metálico esférico para su
aplicación en procesos de fabricación 3D, y la proyección térmica de materiales
para recubrimientos superficiales, un proceso que "puede conseguir
superficies óptimas para alargar enormemente la vida de los componentes",
con aplicación en la reparación de piezas para la industria aeronáutica.
En
el plano medioambiental, seguirá el creciente protagonismo de la economía
circular, mediante la valorización de residuos industriales y la regeneración
de suelos y aguas contaminadas. AGENCIAS
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