París, 17 ago .- Brad Pitt fue condenado en París a pagar
565.000 euros (662.982 dólares) a la artista francesa Odile Soudant a causa de
un impago que provocó la quiebra de su empresa, una decisión judicial del 19 de
abril revelada hoy por el diario Libération.
En 2008, el estadounidense adquirió la mansión de Miraval, en
la Provenza (sureste de Francia), junto a su todavía esposa, Angeline Jolie,
con la que está en proceso de separación.
El matrimonio, según relató Libération, desembolsó 45
millones de euros (54,8 millones de dólares) a través de "una opaca
sociedad instrumental luxemburguesa" encargada de la gestión de la
propiedad.
Gran aficionado a la arquitectura, Pitt comenzó a remodelar
la mansión poco después de su compra, y en 2010 entró en contacto con la
artista Odile Soudant, conocida por haber trabajado junto al célebre arquitecto
Jean Nouvel, para que iluminase cuatro de los edificios.
Los trabajos de reforma se desarrollaron sin problemas
durante tres años hasta que el actor se interesó por la elevada factura y por
los múltiples retrasos. La compañía luxemburguesa de la pareja de estrellas de
Hollywood culpó completamente a Soudant, según el diario.
A partir de ese momento, Pitt dio la orden de suspender los
pagos a la empresa de la artista francesa, cuya facturación dependía en casi un
70 % de las obras en Miraval.
"Mis cuentas bancarias están al límite, ya no puedo
utilizar mi tarjeta de crédito y mi empresa está a punto de quebrar. No te pido
que pagues todo, al menos una parte", advirtió al actor antes de que su
empresa quedara bajo administración judicial.
Después de tres años de batalla legal, los tribunales
franceses dieron la razón a Soudant al estimar que los retrasos en las obras
eran únicamente imputables a la sociedad que la gestionaba.
Esta decisión no supone el final del litigio entre ambas
partes, ya que la artista estima que Pitt, quien reclama como propia la
concepción de la iluminación de los cuatro edificios, se ha apropiado
ilícitamente de sus derechos de autor.
Soudant considera, sin embargo, que su obra es una creación
original y exclusiva, protegida por la ley.
Una posibilidad que los abogados del estadounidense rechazan
aduciendo que, de todos modos, la mansión de Miraval es un lugar
"únicamente privado" donde no se aplica esta regulación, cuenta el
periódico.
No obstante, el abogado de la artista ha hecho notar que la
iluminación se utilizó para el escenario de la última campaña de publicidad de
la firma francesa Guerlain. EFE
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