MAS NOVEDADES RD, BARCELONA.-
"El cine francés tiene 'star system', como todas las cinematografías, pero
es también social y político", explicó hoy el cineasta Bertrand Tavernier,
que ha presentado "Las películas de mi vida" en el BCN Film Fest.
En una entrevista concedida a
Efe, Tavernier (1941) admite que "Las películas de mi vida" tiene
"algo de autobiografía visual", pero su propósito es también ofrecer
"una perspectiva del cine, que no pretende ser académica, porque no tengo los
conocimientos de los profesores universitarios, por los que tengo un gran
respeto".
El cineasta exhibe, en cambio,
"un conocimiento íntimo del cine como enamorado de él, y también como
creador, como director", y en ese contexto ha querido hacer la película de
un director sobre el cine, que sea a la vez "íntima y personal".
La película incluye 582
extractos pertenecientes a 94 películas de cineastas que le marcaron, desde los
primeros, Jean Renoir y Jacques Becker, a Louis Malle, Jean Vigo, Marcel Carné,
John Berry, o a Jean-Luc Godard, François Truffaut y Claude Sautet.
Tavernier dedica bastantes
minutos de las tres horas que dura el documental a Jean Gabin, un actor que
"representa a Francia, a un espíritu francés, a un compromiso con su
oficio, con su vida, que tiene un palmarés extraordinario y que hizo un gran
número de películas formidables, con tantos directores de cine, y eso no es por
casualidad".
Gabin, añade Tavernier, es
"un hombre que está en la base de algunas películas, que hubiera podido
quedarse en Francia durante la guerra con las proposiciones que el gobierno de
Vichy le hizo y que, salvando el chantaje que le hicieron los alemanes prefirió
irse a Estados Unidos, pero volvió a Francia para comprometerse con las fuerzas
de la Francia libre junto al general De Gaulle".
Según el director de "Hoy
empieza todo" (1999) y "La muerte en directo" (1980), Gabin
confirma que "el cine francés, como todos los cines del mundo, tiene un
'star system', pero también es capaz de mostrar su lado social, político, un
cine que habla del país".
De hecho, Tavernier intenta
demostrar que ha descubierto Francia y ha aprendido a amarla gracias a estas
películas y estos directores.
Como él mismo dice en el
documental, todo comenzó en un jardín de la casa familiar, pero su pasión por
el cine surgió en un sanatorio antituberculoso de Saint Gervais: "Allí me
curaron, me inocularon la pasión por el cine, al mismo tiempo que la
penicilina".
Insiste Tavernier en decir que
las películas referidas en su documental son "sólo una parte de los filmes
y directores que he adorado, porque estoy a punto de acabar ocho horas
adicionales para una producción televisiva, que no tienen nada que ver con la
película, con pasajes que son inéditos", aunque se queda en el mismo
período, entre 1930 y 1970.
Justifica la finalización
cronológica en 1970 porque "después me convierto en director y ahí hay un
conflicto de intereses".
Jean Renoir y Jacques Becker
son los primeros que le impactaron, pero al mismo tiempo mezclado con
descubrimientos como Eddie Constantine. "Por suerte, el descubrimiento de
la pasión no sucede de un modo tan preciso, descubrimos y admiramos en el
desorden. No hay una especie de plan definido", confiesa.
Atribuye a los críticos el
hecho de que el éxito de la "Nouvelle Vague" en los años 50 y 60
hiciera desaparecer prácticamente el cine francés anterior, "por
ignorancia".
Otro de los actores destacados
es Jean Paul Belmondo, que representa "la llegada de una generación joven,
moderna, con mucho talento, pero llegó un momento en el que se pasó al cine
comercial y entonces hizo pocas películas interesantes, mientras que Jean Gabin
hizo películas interesantes toda su vida".
Tavernier pide
"excusas" por no tener otro proyecto de ficción en perspectiva:
"Crear ocho horas para la televisión exige dos o tres años de trabajo,
pide un centenar de semanas de montaje y, después de haber visto más de 1.200
películas, no me queda mucho tiempo para lo demás", señala.
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