Fuente externa |
Los
Angeles (EE.UU.), 01 Nove Se pronosticaba que el pitcheo de los Dodgers haría
la diferencia en la Serie Mundial y eso fue lo que sucedió en el Sexto Juego
cuando impusieron su control desde el montículo y ganaron por 3-1 a los Astros
de Houston para empatar a 3-3 el "Clásico de Otoño" que se tendrá que
definir el miércoles en el Séptimo Partido que será el decisivo.
Esta
vez si, el relevo de los Dodgers hizo su trabajo a la perfección al ceder
apenas dos imparables y una base por bolas en cinco entradas dominantes.
Después
del vertiginoso festival de bateo, que Houston ganó el domingo 13-12 en 10 entradas,
el pitcheo hizo su aparición para ambos equipos, aunque fue mejor el de los
Dodgers.
Los
relevistas de los Dodgers encabezados por Brandon Morrow, que retiró a Alex
Bregman mediante un rodado, para que las bases se quedaran llenas en el quinto
acto, estuvieron intratables.
Tony
Watson (2-0), que logró su segunda victoria, retiró al venezolano Marwin
González por medio de un globo, con dos a bordo y dos "outs" en el
sexto.
Mientras
que el japonés Kenta Maeda salió de un atolladero con dos corredores en las
bases, en la séptima entrada, cuando el antesalista Justin Turner le echó el
guante a un rodado del venezolano José Altuve y lanzó justo a tiempo hacia el
primera base Cody Bellinger.
Luego
de dilapidar la ventaja en la novena entrada del segundo juego y de perder el
quinto, Kenley Jansen retiró a seis bateadores en fila y consiguió también su
segunda salvamento.
El
out 27 llegó con un ponche al boricua Carlos Beltrán, veterano de 40 años, que
había entrado por los Astros como emergente.
Mientras
que los Dodgers siempre tuvieron el bate oportuno y productivo con el joven
jardinero Joc Pederson que aportó cuadrangular solitario al mandar la pelota
por encima del muro del guardabosques izquierdo.
Durante
su recorrido triunfal, se dio golpes en el pecho y bailoteó por los senderos,
describiendo tantos giros como los que ha dado esta Serie Mundial, además de
indicarle a sus compañeros con los dedos que tendrían que pagarle el dinero que
le prometieron si mejora con su bateo.
La
nueva remontada significa que este Clásico de Otoño deberá definirse de un modo
congruente con las emociones que ha deparado y la igualdad que habido por parte
de ambos equipo que al final tendrán que decirlo todo en el Séptimo Juego, como
mandan los "cánones" del deporte del béisbol.
Algo
en lo que todos están de acuerdo, incluidos los dos pilotos de los equipos de
los Dodgers, con Dave Roberts, y A.J.Hinck, responsable de los Astros.
"Es
algo apenas adecuado y justo", destacó Roberts. "Hoy fuimos mejores y
merecimos el triunfo ante un gran equipo".
Antes
que llegase el cuadrangular de Pederson, el jardinero central Chris Taylor
disparó un doblete que empató la pizarra ante el abridor Justin Verlander en la
sexta entrada, Seager le siguió de inmediato con un elevado de sacrificio que
significó la ventaja y los Dodgers ya apoyaron todo su juego en los relevistas.
Mientras
que los Astros vieron como dejaron a ocho corredores en circulación cuando
tuvieron toda las posibilidades de haber ganado el partido, lo mismo que les
había sucedido en el cuarto partido disputado en su campo del Minute Maid, que
tampoco supieron aprovechar las oportunidades de ganar.
Si
lo hicieron los Dodgers, que después de perder dos de tres juegos en Houston,
lograron sobrevivir en casa con la ayuda de los Astros.
"Nos
alimentamos de este público, sin duda", declaró Taylor. "Creemos que
tenemos una gran ventaja por ser locales y vamos a aprovecharla al
máximo".
Pero
fue Pederson el que volvió a descifrar los lanzamientos del relevista Joe
Musgrove para el jonrón solitario en la parte baja de la séptima entrada.
Fue
su segundo bambinazo ante el derecho en tres juegos, y amplió a 24 el número de
vuelacercas conectados de forma combinada en esta Serie Mundial, que lo
convierte en nueva marca.
Incapaz
de batear en un tramo de esta campaña, Pederson fue enviado a las menores. Sus
compañeros comenzaron a prometerle que le pagarían por los jonrones que
disparara al jardín contrario, en un intento por alentarlo a batear la pelota
en otra dirección.
"En
una situación así, a uno se le borra la mente", declaró Pederson, quien
totaliza tres cuadrangulares en la serie. "Voy a tener que ver la
repetición para darme cuenta de lo que hice".
La
remontada en el sexto juego y en plena Noche de Brujas dio a los fanáticos en
Los Ángeles el caramelo más delicioso que esperaban recibir.
El
Clásico de Otoño se ha extendido a siete duelos por segundo año consecutivo,
luego que los Cachorros de Chicago derrotaron a los Indios de Cleveland en
2016, también tras superar una desventaja de 1-3 y ganaron los dos últimos
partidos de visitantes.
El
japonés Yu Darvish abrirá por los Dodgers, que no han logrado el título de la
Serie Mundial desde 1988.
Mientras
que Hinch se decidió por el derecho Lance McCullers Jr., que fue el que trabajó
y ganó en el tercer partido disputado en Houston.
"Son
dos equipos increíbles que tratan de llegar primero a la meta", destacó
Hinch. "Hoy nos faltaron los hits decisivos que no llegaron".
Será
la primera vez en la historia que el Dodger Stadium albergue el Séptimo Partido
de una Serie Mundial.
Darvish
buscará revancha tras llevarse una paliza en la segunda entrada del tercer
juego, en el que McCullers llevó a Houston a un triunfo por 5-3.
El
jardinero George Springer bateó un vuelacerca en el tercer acto ante el abridor
zurdo Rich Hill, para dar la ventaja a Verlander y a Houston, un equipo que
jamás ha ganado el Clásico de Otoño, en 56 años de historia.
Pero
por décima ocasión en la serie, una ventaja se desvaneció. Es la quinta vez que
Houston dilapida una delantera y esta vez si le costó la derrota a Verlander
que fue la primera desde que llegó a Houston (9-1) con los Astros y que puede
costarle nada menos que un título de la Serie Mundial
0 comentarios:
Publicar un comentario